Casi una cuarta parte de los trabajadores en Bogotá están desmotivados con su empleo, revela estudio sobre “renuncia silenciosa”
Resumen
Cerca de un millón de personas en Bogotá muestran señales de “renuncia silenciosa”, un fenómeno que reduce la productividad y la estabilidad de las empresas. La informalidad y la inestabilidad laboral son los principales factores detrás del desánimo: casi la mitad de los trabajadores desmotivados no cuentan con garantías formales y existe una mayor proporción de personas que no cuentan con contrato escrito e indefinido.
Foto: Cristiam Cubillos
Bogotá, D.C., 10 de noviembre de 2025 Bogotá enfrenta un desafío silencioso dentro de su fuerza laboral: alrededor de 965 mil personas —el 22,9 % de los 4,2 millones de ocupados en la ciudad en 2024— están desmotivadas o emocionalmente desconectadas de su trabajo. Permanecen en sus puestos, pero con un bajo nivel de compromiso y sin entusiasmo por sus tareas. Así lo revela el estudio “Renuncias silenciosas en Bogotá: una mirada a la desmotivación en el trabajo”, elaborado por el Observatorio de Desarrollo Económico de Bogotá.
El análisis describe un fenómeno global con consecuencias locales: la renuncia silenciosa no es dejar el empleo, sino dejar de sentir la motivación para desarrollarlo. En Bogotá, se concentra principalmente entre personas de 29 a 49 años —más de medio millón de trabajadores y trabajadoras en etapa media de su vida laboral—, un grupo clave para la productividad y crecimiento económico de la ciudad.
La investigación identifica una fuerte relación entre la desmotivación y la precariedad laboral. De quienes muestran señales de renuncia silenciosa, casi la mitad (48,2 %), es decir, unas 460 mil personas, trabajan en condiciones de informalidad; lo cual está relacionado con la ausencia de garantías laborales, estabilidad y afiliación a seguridad social.
En este grupo, la precariedad laboral es evidente: del 71,2 % que tienen un contrato laboral, casi una de cada tres personas (32,8 %) trabaja bajo contratos verbales, es decir, sin documento escrito ni garantías de estabilidad, lo que deja a miles de trabajadores sin claridad sobre sus derechos ni condiciones de empleo.
Así mismo, el tipo de actividad económica también marca diferencias. Los sectores de comercio, reparación de vehículos con 16%, administración pública, defensa, educación y salud con 14,9 % concentran el mayor número de trabajadores desmotivados. Sin embargo, el alojamiento y servicios de comida, transporte y la construcción son los más afectados en proporción: entre una cuarta y una tercera parte de los trabajadores declara insatisfacción o deseos de cambiar de empleo.
La investigación también muestra que la desmotivación no se limita a los salarios bajos. De hecho, tres de cada cuatro personas que quieren cambiar de trabajo (77,8 %) lo hacen para aprovechar mejor sus capacidades o formación, no solo para ganar más dinero. Esto sugiere que el reto del mercado laboral capitalino está en crear entornos donde el talento pueda desarrollarse y sentirse valorado.
Aunque la cifra es significativa, el estudio señala que Bogotá presenta una incidencia menor que otras regiones del mundo. Mientras que en América Latina el 58 % de los trabajadores se considera “no comprometido”, y en Estados Unidos supera el 50 %, en la capital colombiana el fenómeno alcanza menos de una cuarta parte. Esto sugiere que las causas locales están más asociadas a la informalidad y la falta de estabilidad que a una crisis cultural del trabajo.
“La renuncia silenciosa nos está diciendo algo más profundo que un simple malestar laboral: nos está mostrando los límites de un modelo que no garantiza estabilidad ni desarrollo. Si queremos una ciudad más productiva, debemos empezar por construir empleos donde las personas puedan proyectar su vida y no solo sobrevivir en ella”, aseguró Pilar Torres Alvarado, subdirectora de Estudios Estratégicos de la Secretaría de Desarrollo Económico.
El informe concluye que la calidad del empleo es el principal factor que define la motivación laboral. Las empresas con mejores esquemas de bienestar, estabilidad y reconocimiento logran mayor compromiso y productividad. En contraste, los entornos inestables y poco formales alimentan un ciclo de desmotivación que afecta tanto a los trabajadores como a la productividad y crecimiento económico de la ciudad.
___
Toda la información está disponible en las redes sociales de la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico: X: @DesarrolloBta, Instagram: @deseconomicobog, Tiktok: @desarrollobogota, Facebook y LinkedIn: Secretaría de Desarrollo Económico.
